cuando
cuando despierte mi ocaso
se apagarán los tambores
callarán las sirenas
el silencio me dará la mano
seré el diamante en la boca del león
seré el cordero que desgarra los mares
tendrás que gritar con tu sombra
morderme el alma, quemarme
correran ríos de locura por mi sangre
y en tu aliento la noche hará su nido
profundo como el corazón de un árbol
me arrancaré la piel
mirándote
mudo
y roto
moriré soñando