a place
en el camino azul
el camino verde
el haz de luz
en la noche clara
de pies mojados
de corazón alado
en los números pares
de los dados que Dios
lanza con la mirada
por la senda abierta
en los bosques que habitamos
se cuela un río sin nombre
un amanecer de niebla
un silencio de manos
allí seguros
cantan nuestros pájaros